Urgen implantar estrategia bolardos a los Ayuntamientos españoles que necesitan adoptar medidas urgentes de protección antiterrorista
Informes y estudios, 20 de agosto de 2018
Los municipios españoles requieren desarrollar con urgencia una estrategia de protección perimetral física antiterrorista e implementar una operativa de instalación fija y móvil de bolardos de hierro o de hormigón en sus planes de seguridad y de prevención local, según las conclusiones de un equipo de trabajo de seguridad local del Instituto Coordenadas para la Gobernanza y la Economía Aplicada con motivo del primer aniversario del atentado terrorista del pasado 17 de agosto en Las Ramblas de Barcelona.
Los expertos destacan que los planificadores, a nivel técnico, y los ayuntamientos, a nivel institucional, deben asegurar que mantiene a la gente segura sin sacrificar la tipología de espacios públicos que animen a la población a pasear, a reunirse, a sentarse, a correr, a desplazarse; e insisten que se puede y debe buscar un equilibro. Y también destacan que lo mas importante es revisar y endurecer los actuales recursos comunes, como asientos, fuentes de agua, estacionamiento para bicicletas, jardineras, , farolas, señales de trafico, arboles… para conseguir un doble rol de servicio ciudadanos y de segurizar un perímetro físico con la misión de obstaculizar la incursión de un atropello masivo, como los perpetrados en Berlín, Niza, Londres y Barcelona en los últimos tiempos. No obstante, coinciden que, este primer ejercicio practico no soluciona el problema y hay que imponer medidas más contundentes, mas especificas y mas definitivas que pasa por la instalación de protecciones perimetral física en forma de bolardos de hierro y hormigón, ya que el reto español es importante y trascendente para millones de personas. Recuerdan que España se encuentra en alerta antiterrorista 4 reforzada desde el 2015 ser objetivo terrorista destacado y que hay que proteger de forma permanente a mas de 45 millones de españoles; mas de 80 millones de turistas al año; hay 10 ciudades con poblaciones superiores a los 300.000 habitantes (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Murcia, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria y Bilbao); 10 de los grandes destinos turístico del mundo (Barcelona, Mallorca, Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura, Madrid, Lanzarote, Ibiza, Sevilla y Menorca); y 3er mercado aéreo europeo con más de 193 millones de pasajeros anuales entre 20 aeropuertos.
El equipo de trabajo monotemático del Instituto Coordenadas, reunido en su sede madrileña durante 3 sesiones de trabajo, tipifica 3 niveles de protección perimetral física, con diferentes bolardos de hierro y hormigón, y que las estrategias mundiales deben contemplar y desplegar el triple operativo
Bolardos guía: pequeños postes que guían la conducción común en un paisaje urbano, siempre de bajo perfil y ampliamente separados para permitir sillas de ruedas, scooters, y ciclistas, pero suficientemente próximos para repeler invasiones de vehículos. Estos bolardos son fácilmente integrables en la arquitectura de la ciudad porque pueden adoptar variedad de diseños y estilos, llegando a integrarse con otro mobiliario y señalética como bancos, papeleras, arboles, farolas o semáforos. Son especialmente indicados para zonas secundarias y tiene un efecto psicológico. La resistente extrema del bolardo en este caso no es una prioridad ya que pretende dar seguridad a los peatones, actuar de alerta temprana por el ruido y disuadir las malas intenciones.
Bolardos anti-terroristas: conocidos entre fuerzas de seguridad y técnicos urbanísticos como bolardos de choque, deben contar con una calificación especifica, y están indicados para proteger la propiedad y las personas contra ataques de todo tipo de vehículos, no solo coches sino camiones. Están indicados para edificios y propiedades públicos, centros comerciales y de ocio, aeropuertos, estaciones de tren, entradas de metro, instalaciones criticas… y resisten tanto impactos de alta velocidad como de cargas explosivas. Los nuevos diseños y construcciones tienen a incorporar e integrar estos bolardos de forma autónoma, pero los expertos también recomiendan implantar una normativa especifica.
Bolardos de alta seguridad: bolardos para zonas de alto tráfico ciudadano y turístico, que pueden ser objetivo terrorista prioritario. Los expertos recuerdan repetidamente que la meta de un terrorista es para causar el mayor daño posible en un ataque, y añaden sin preocuparse por sobrevivir ni por escapar. Estos bolardos son grandes, robustos y anclados, y son difícilmente estéticos, pero se caracterizan por su potencia de frenada, en seco, la colisión frontal y lateral en seco y causar daños irreversible al vehículo atacante. También tiene un componente psicológico sobre el atacante que deduce inmediatamente que es imposible traspasar la barrera de bolardos de alta seguridad y lograr su objetivo. Estos bolardo también tiene sus versiones móviles, que deben moverse con grúas de alto tonelaje, para garantizar la seguridad de fiestas populares, ferias, conciertos, maratones, manifestaciones… en la vía publica y los accesos y las inmediaciones de los estadios de futbol…
Los expertos insisten que la estrategia municipal de protección perimetral física antiterrorista debe contar con un plan, un presupuesto y un calendario urgente y especial; y que hasta ahora de forma muy generalizada no se ha registrado iniciativas al respecto de forma generalizada en nuestro país. Y mencionan que el Ministerio del Interior, en nombre del propio Comisario General, emitió una nota especifica con el titulo de “Medidas de protección física en espacios públicos” el 20 de diciembre de 2016, donde se daba una instrucción directa a los Ayuntamientos: “La protección d estos espacios públicos se debería llevar a cabo por los Ayuntamientos mediante la instancian provisional de grandes maceteros o bolardos en los accesos a los mismos que dificulten o impidan la entrada de vehículos, permitiendo únicamente el acceso controlado de los que estén debidamente autorizados”.
Recuerdan que Londres ha podido evitar un nuevo atentado terrorista con coche contra el Parlamento gracias a los sistema de protección física, y que el atentado de Barcelona hubiera podido evitarse, y/o minimizarse, de contra La Rambla con una instalación adecuada de bolardos, en cualquier forma y formato. La furgoneta puedo circular por la calzada central de La Rambla unos 600 metros y recorrer 3 manzanas completa atropellando a peatones, a las personas sentadas en las terrazas de los bares y a los clientes de los tradicionales quioscos. El terrorista conducía en zigzag para atropellar al máximo de personas posible hasta que choco contra un quiosco y emprendió la huida a pie. Ningún bolardo en su trayectoria y solo un quiosco actuó de barrera física después de 15 muertos y 131 heridos, demostrando el quiosco la efectividad de las protecciones físicas en casos de atentado terrorista con vehículos.
También alertan de una nueva tendencia entre los turistas a nievle mundial, que reclaman información y mapas de las zonas segurizadas en las ciudades que visitan, y confirman que este tipo de peticiones ahora son marginales pero que puede consolidarse como un requisito indispensable para nuestro país, y nuestros ayuntamientos en modo destinos turístico.
El equipo de trabajo de seguridad local: 1er aniversario atentado terrorista Barcelona agosto´17, del Instituto, muestra un consenso pleno que las medidas de protección perimetral física son prioritarias y demuestran ser altamente eficientes en el contexto actual de alta amenaza terrorista, y complemento necesario de la alerta 4 reforzada en vigor”, añaden “que las estrategias e instalaciones de las grandes ciudades y destinos turísticos del mundo así lo confirman”
Para Jesús Sánchez Lambás, vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, “ No existe el terrorismo de país. Como no de debería existir diferencias sustanciales en los mecanismos de protección ciudadana. El abismo en estructuras pasivas de defensa de los peatones en las ciudades europeas y España es tan bochornosa que se sitúa en el límite de la responsabilidad patrimonial del Estado ante cualquier indeseable incidente. No es solo prevenir. Es disuadir y transmitir la sensación de protección a la ciudadanía en sus aceras y en sus plazas”.