La retirada de los dos grandes proyectos hoteleros proyectados en Barcelona por las cadenas de establecimientos de lujo Hyatt y Four Seasons debido a la moratoria Colau le va a costar a la ciudad casi 4.000 empleos y tendrá un impacto económico negativo de más de 300 millones de euros, según el estudio realizado por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada.
El Instituto ha realizado un seguimiento del impacto que tendrá en Barcelona la supresión de estos dos proyectos hoteleros emblemáticos que significaban la transformación de la Torre AGBAR y la Torre Deutsche Bank, al desistir sus promotores de la operación por los impedimentos de la moratoria Colau y decidir al final que uno se transformará en edificio de oficinas y el otro en una proyecto de viviendas de lujo. El estudio se completa con una evaluación sobre el impacto que esa moratoria tiene en Barcelona desde el punto de vista económico, de empleo, de competencia e imagen de la ciudad y de repercusión en el conjunto social.
La construcción de los dos hoteles de cinco estrellas gran lujo analizados, con unas 1.800 plazas hoteleras aproximadamente, generaría un gran impacto socioeconómico sobre la ciudad de Barcelona. Aunque la infraestructura principal donde se alojarían estos dos hoteles ya está construida, se estima que los costes de remodelación de ambos edificios ascenderían a 80 millones de euros en cada caso. Tan sólo esta actividad de transformación del uso de los edificios, cuyo efecto arrastre sobre otros sectores es de gran magnitud, supondría un profundo impacto sobre la ciudad, con un aumento del PIB anual de más de 129 millones de euros, lo que representa el 0,2% del PIB de la ciudad, y la creación de casi 2.000 puestos de trabajo a tiempo completo.
Una vez finalizadas las actuaciones de remodelación, la propia actividad de los hoteles, junto con los efectos indirectos propagados sobre otros sectores (hostelería, comercio, ocio,..), generaría un impacto anual sobre el PIB de casi 100 millones de euros (un 0,15% del PIB municipal) y la creación de otros 2.000 puestos de trabajo a tiempo completo. En total, 4.000 puesto de trabajo y algo más de 300 millones de impacto económico de euros para los dos hoteles.
La moratoria Colau ha supuesto la paralización de 39 proyectos hoteleros en Barcelona. El impacto económico que va atener sobre el desarrollo económico de la ciudad se estima, según las valoraciones del Instituto, en una pérdida de 200.000 euros por habitación, impuestos locales incluidos.
El estudio del Instituto Coordenadas resalta el impacto que a nivel de imagen para la ciudad de Barcelona va a tener la anulación de estos dos proyectos, ya que estaban liderados por dos de las mayores cadenas de establecimientos hoteleros de máximo prestigio en todo el mundo. Son establecimientos que generan marca en donde si instalan y existe una alta demanda de ciudades para atraerlos. Barcelona, estima el Instituto, ha perdido una oportunidad de oro para posicionarse en el mercado de alta gana hotelera con la pérdida de estos dos proyectos.
La moratoria Colau tuvo un efecto inmediato en 2015 de reducción de las inversiones hoteleras del 17% respecto al año anterior. Para 2016, el Instituto estima una caída superior al 20%. El impacto económico a corto plazo se estima en más de 3.000 millones de euros. La moratoria ya ha tenido una influencia decisiva sobre los precios de compra venta de activos hoteleros en el entorno de Barcelona, con un incremento que triplica los precios anteriores a la supresión d e las licencias. El precio de venta está en fase de burbuja, cerca de los 900.000 euros, cuando los precios precedentes apenas superaban los 300.000 euros por habitación.
Respecto al empleo, el estudio de Instituto finja en 85 los puestos de trabajo perdidos por cada cien habitaciones anuladas. Eso si contar los empleo que se pierden por la construcción de los propios hoteles.
La moratoria ha tenido otros efectos negativos y está influyendo en la variedad y calidad de la oferta hotelera, en la generación de un mercado competitivo con un sistema de precios transparentes y en una regresión de todo lo que supone innovación en el negocio hotelero. La moratoria se han convertido en una barrera de acceso al mercado de nuevos operadores, lo que distorsiona el mercado y compromete su futuro a medio y largo plazo.
El estudio del Instituto Coordenadas señala que la moratoria reduce considerablemente la capacidad de atracción de Barcelona como destino turístico y que su impacto no se limitará al sector, sino que tendrá efectos negativos en servicios relacionados con la tecnología, la alimentación, el transporte, la rehabilitación de inmuebles, los servicios portuarios, el comercio y las actividades de ocio y cultura.
Otros efectos perversos detectados por el instituto se refieren a la inseguridad jurídica generada por la moratoria; los perjuicios a la imagen y reputación internacional de Barcelona y la pérdida de oportunidades a favor de ciudades como Madrid que aprovechará todas estas circunstancias para crecer en detrimento de la capital catalana.