Las salidas a Bolsa de diversas sociedades inmobiliarias (Aelca, Testa, AEDAS Homes, Vía Celere, Tempore, etc.), no se va a ver afectada por la actual situación de crisis política desencadenada en Cataluña y tanto los precios de salida como la evolución en el mercado, no sufrirá alteraciones importantes. Esta es la principal conclusión de un estudio elaborado por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada sobre el impacto de esos acontecimientos políticos en la oleada de salidas a bolsa que se producirán en las próximas semanas de empresas del sector inmobiliario.
Según el estudio del Instituto, hay una fortaleza evidente del negocio inmobiliario que crece en España con unos modelos de gestión completamente diferentes de los anteriores a la burbuja inmobiliaria, con empresas con importante músculo financiero, propietarias de suelo de primera calidad y que operan en los mercados con mayor potencial. Los fundamentales del negocio inmobiliario son sólidos, señala el Instituto, y no hay motivo para pensar que la crisis política catalana tenga un impacto negativo en el desarrollo de las operaciones bursátiles en proyecto en el medio y largo plazo. No se aprecia un temor o incertidumbre consistente en el mercado por esta cuestión y dentro de los sectores que puedan verse afectados por el impacto de esta crisis política, no vemos al inmobiliario como uno de los sectores que pueda sufrir mayor daño, resalta el estudio del Instituto.
Otro elemento que puede afectar a las decisiones de los inversores es la persistencia de un estado de inestabilidad política que suponga, de alguna manera, un colapso de la acción de gobierno y paralice los planes de crecimientos y los programas de expansión económica. La situación en Cataluña puede conducir a una situación de inestabilidad política muy puntual dada la deriva del gobierno de la Generalitat en las últimas semanas; pero la posición del Gobierno central es cada vez más fuerte, sus apoyos crecen tanto en el interior como en el exterior, hay un respaldo del mundo financiero a sus actuaciones y se aprecia cierto debilitamiento de las posiciones radicales del entorno del gobierno catalán. Por todo ello, señala el Instituto, no se aprecia un horizonte de persistente inestabilidad política en los próximos meses que aconseje a los inversores guardar su dinero a la espera de tiempos más tranquilos. El estudio cifra la demanda de obra nueva residencial en 120.000-150.000 unidades anuales en el periodo 2017-2020, debido a la fuerte contracción de la crisis económica española de estos últimos años, y las previsiones actuales solo alcanzan un 35%.
Los acontecimientos previsibles en Cataluña no señalan hacia una grave crisis que desestabilice a todo el Estado, sino, por encima de actuaciones y sucesos puntuales más o menos radicales, a una paulatina normalización.
Jesús Sánchez Lambás, Vicepresidente Ejecutivo del Instituto Coordenadas, señala que “es evidente la fortaleza del sector inmobiliario en estos momentos y lo blindado que aparece para hacer frente a circunstancias puntuales de inestabilidad que puedan afectar a los mercados a la toma de decisiones de los inversores”.