Expertos alertan de la “situación alarmante” de las aguas subterráneas en España
Grupos de expertos, 25 de septiembre de 2018
Un grupo de expertos especializados en agua, entre los que se encuentran el ex ministro de Trabajo, Valeriano Gómez; el consultor internacional en agua, Ramiro Aurín y el abogado y economista Lorenzo Dávila, ha alertado sobre la alarmante situación de los acuíferos españoles y ha señalado a la Administración estatal por su inacción frente el problema de las aguas subterráneas en España.
Durante las jornadas “El agua y el futuro de los suministros sostenibles: Visión2020 ”, Jesús Sánchez Lambás, vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, ha puesto de manifiesto que “se detecta un alto grado de disfunción entre la gravedad del problema y las acciones emprendidas por las administraciones públicas”.
Ello se aprecia, por ejemplo, en los datos ofrecidos por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente: en el entorno de Doñana se han cerrado unos 250 pozos y 11 depósitos privados; en la cuenca del Segura, se han tramitado, desde 2013, orden firme de clausura para un total de 300 pozos; en la del Tajo, se han incoado 117 expedientes sancionadores en los tres últimos años; en la del Guadiana, se han clausurado 87 pozos desde 2010, y en la cuenca del Júcar, se han registrado 59 expedientes sancionadores sobre derivaciones o extracciones de aguas sin título legal que lo ampare. “Una gota de agua en medio de un océano”, denuncia Lambás.
Y es que, según datos que recoge el propio ministerio, ya en 2006 se admitía la existencia de 510.000 pozos ilegales existentes en nuestro país, una cantidad que la organización ecologista Greenpeace eleva a más del doble. Ello ha llevado a situaciones graves como la del Parque Nacional de Doñana, espacio protegido que se encuentra en un estado crítico debido al uso ilegal de su acuífero para el riego de cultivos, todo ello ante la pasividad de las autoridades andaluzas y españolas. “Su preocupante estado acabará pasando factura a la economía y el medio ambiente andaluz”, han recalcado los expertos durante la sesión.
Durante la sesión, Ramiro Aurín, ha explicado que los riesgos latentes giran en torno al agotamiento de los acuíferos pero también a la contaminación de las aguas subterráneas, que sufren los mismos problemas de salinización y de contaminación por residuos urbanos e industriales o por un uso excesivo de fertilizantes y pesticidas que otros acuíferos.
Pese a la red de control existente y las medidas que se adoptan en cumplimiento de la Directiva Marco del Agua de la UE, como en el caso de la producción de purines, y debido a la cada vez mayor falta de pluviosidad, los problemas con las aguas subterráneas en España se advierten crecientes. “El agua subterránea sigue siendo barata comparada con el del agua proporcionada por presas y transvases, que suele estar fuertemente subvencionada y que no se rige por parámetros de rentabilidad”, explica el abogado y economista Lorenzo Dávila.
Por su parte, Valeriano Gómez, ex ministro de Trabajo, ha insistido en que “el nivel de preocupación por la sobreexplotación de los acuíferos es máxima en todos los organismos internacionales, que se enfrentan a una situación enormemente compleja, directamente interrelacionada con el cambio climático. Precisamente en la Conferencia de las Naciones Unidas celebrada en París en 2015, quedaba patente el papel del agua en el reto a abordar a nivel planetario”.
El panel de expertos del Agua invitado por el Instituto Coordenadas ha recordado algunos datos para enmarcar el problema del agua en un mundo cada vez más interdependiente: sólo el 0,007% del agua existente en la tierra es potable, una cantidad que se reduce año tras año debido a la contaminación, lo que es indisociable con el hecho de que más de 1.100 millones de personas en el mundo carezcan de acceso directo a fuentes de agua potable.