La Torre Cepsa (llamada anteriormente Torre Bankia y Torre Repsol), uno de los símbolos de la burbuja inmobiliaria y que en 2007, Blesa, entonces presidente de Caja Madrid, compró a Repsol por 815 millones de euros, con el objetivo de convertirlo en la sede de la entidad financiera, puede ser en un futuro inmediato propiedad de Amancio Ortega quien, a través de Pontegadea, su sociedad de inversiones inmobiliarias, parece dispuesto a soltar “a toca teja” un cantidad que estaría en el entorno de los 490 millones de euros, cifra inferior a otras ofertas, pero con un atractivo de liquidez que hace imbatible la propuesta del empresario textil, que ingresa anualmente cerca de mil millones de euros de dividendos de Inditex.

El edificio que forma parte del complejo de cuatro rascacielos construido sin grandes polémicas en la antigua ciudad deportiva del Real Madrid y en cuya construcción se invirtió 400 millones de euros, tenía un valor neto actualizado en los libros de Bankia de 348 millones de euros, lo que permitiría al banco presidido por Goirizolzarri conseguir unas plusvalías de 106 millones de euros, cifra nada desdeñable para una cuenta de resultados que, a decir de algunos analistas, pivota en gran medida en una cartera de bonos (y menos en el negocio típico que la media de la industria) y formaría parte del proceso de venta de activos no estratégicos.

La Torre Cepsa tiene unos 109.000 metros cuadrados, lo que supone un precio de venta de 6.777 euros el metro sin incluir garajes (incluyéndolos se reduciría al menos un 10% el precio por metro cuadrado).

Si se cierra definitivamente la operación, Ortega vería cumplido uno de sus objetivos más buscado de adquirir una de las torres del inconcluso complejo urbanístico nacido con el siglo, ya que en junio de 2015 Villar Mir (OHL) puso a la venta Torre Espacio (56.250 metros cuadrados computables) por 500 millones de euros y que suscitó el interés de la familia March, y del fundador de Inditex. El primer intento no convenció a Villar Mir que subió la puja a 600 millones de euros lo que permitió al grupo filipino Emperador adquirirla por 558 millones de euros. Las plusvalías supondrían para Bankia cerca del 6 % del Margen de Explotación.

La rentabilidad de las cuatro torres, por el momento, no parece que pueda considerarse envidiable ya que se ha visto seriamente afectada por la crisis económica y financiera. Tanto es así que la Torre de Cristal, propiedad de Mutua Madrileña no ha alcanzado beneficio operativo alguno hasta hace un par de años en que, con una tasa de ocupación del 40%, la aseguradora lograba que los ingresos fueran suficientes para cubrir los considerables gastos que tiene una torre de estas características. Mutua Madrileña desembolsó 450 millones de euros en su construcción.

Fuente: Tendencias del Dinero