Los sueños truncados por el Brexit
Artículos, 08 de julio de 2016
La marcha del Reino Unido de la Unión Europea está provocando modificaciones en comportamientos y políticas de gobiernos y empresas y entre estas últimas se encuentran las sociedades españolas con fuertes intereses en la Gran Bretaña como pueden ser los bancos Santander y Sabadell, Iberdrola, Telefónica o Ferrovial, todas ellas con elevadas ratios de beneficios y facturación en las Islas, algunas de las cuales albergaba serios planes sobre su futuro que pasaban por Inglaterra o por Escocia.
Con el triunfo del Brexit, muchos de estos planes, el más trascendental de los cuales era trasladar su sede central y por lo tanto su nacionalidad a los dominios de la monarquía inglesa, han pasado a formar parte, quizá definitivamente, de la historia por mucho que este objetivo pudiera tener todo el sentido del mundo.
Las razones sobre el interés de alguna de estas compañías por trasladar su sede al Reino Unido no solo tenían que ver con el porcentaje de negocio o de recursos que dichas sociedades tienen allí, sino con factores tanto o más profundos como puede ser el maltrato que las empresas españolas reciben de las agencias de rating, difícilmente permeables a otorgar a las empresas españolas una calificación superior a la del Reino de España por mucho que se esgrima o argumente que la base de sus negocios se encuentra en otros países.
Tras el Brexit, las principales agencias de rating han sometido a revisión al Reino Unido y le han bajado un escalón hasta el AA con perspectiva estable. Pese a la rebaja, el rating de Gran Bretaña está dos escalones por encima del de España con las repercusiones que todo ello tiene en el coste de la financiación de estas empresas.