La larga marcha de Abengoa
Artículos, 22 de abril de 2016
La prórroga conseguida por Abengoa del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla, al aceptar éste homologar el acuerdo de refinanciación presentado por Abengoa y conceder a la empresa andaluza un nuevo plazo, que finalizará el 28 de octubre, para presentar toda la documentación y adhesiones para su plan para evitar el concurso de acreedores, empieza a dar sus frutos, al lograr la multinacional española que un tribunal del estado de Delaware –paraíso fiscal a menos de 200 kilómetros de Washington -reconociera los acuerdos de reestructuración financiera alcanzados entre la matriz y los principales acreedores a finales de marzo con la aquiescencia del juzgado sevillano.
Aunque resulta difícil seguir la evolución del conflicto suscitado en Abengoa, lo cierto es que el anunciado acuerdo que la sociedad habría alcanzado a finales de marzo con el 75% de los acreedores sobre su plan de refinanciación, porcentaje necesario para evitar el concurso de acreedores y poder seguir negociando, no lo es tanto en la medida en que no es el acuerdo definitivo, sino un acuerdo standstill (o contrato de espera) que es un trámite previo y que permite a Abengoa obtener algo más de tiempo para tratar de obtener más apoyos y cerrar un acuerdo de refinanciación.
Tras el logro conseguido en EEUU, observadores y analistas señalan que lo realmente importante es destacar que Abengoa todavía no cuenta con los apoyos necesarios y que sólo le ha sido otorgada una prórroga para seguir negociando y evitar un concurso de acreedores.