El gobierno Rajoy opta por provocar a Bruselas
Artículos, 26 de abril de 2016
El mismo día en que el ministro de Economía, De Guindos, presentaba unas nuevas previsiones macroeconómicas, para muchos disparatadas, que elevan las perspectivas de déficit público del 2,8% al 3,6% del PIB para este año y del 1,4% al 2,9% en 2017, y que enviará a la Comisión Europea (CE) para su aceptación, el Gobierno anunciaba que devolverá en la nómina de abril la mitad de la paga extra suprimida en 2012 cuyo valor supera los 550 millones de euros.
Ambas decisiones las adoptaba el gobierno en funciones de Rajoy dos semanas después de que la Comisión Europea le sacara los colores por incumplir, una vez más, su compromiso de déficit, lo que generó un profundo malestar en el ejecutivo comunitario y en su comisario de Economía, Moscovici.
Cuando la Comisión Europea esperaba iniciar negociaciones con el gobierno de España en el mes de mayo, en el improbable caso de que España tenga un gobierno definitivo para entonces, de las que la CE espera conseguir una severa corrección de la política del gasto, con objeto de alcanzar la meta del 3%, el gobierno Rajoy se descuelga con dos anuncios que en Bruselas se interpretan como sendas provocaciones, lo que reduce, aun más, el cada vez menor crédito del gobierno español, cuya fama de insolidario e incumplidor, la tiene sobradamente ganada.