El coro de los grandes empresarios se diluye sin pena ni gloria
Artículos, 07 de noviembre de 2016
Bajo el titulo “Reflexiones ante esta nueva Legislatura”, el Círculo de Empresarios se posicionaba recientemente sobre el nuevo gobierno de Rajoy, congratulándose de que se haya desbloqueado la situación política, aunque reclamando que el nuevo gobierno sea estable, tenga continuidad en el tiempo y que, en síntesis, haya gobernabilidad reformadora, despejándose, de una vez por todas, la amenaza de unas nuevas elecciones generales a corto plazo, lo que hace inevitable que los principales partidos políticos se pongan de acuerdo.
La postura adoptada por el Círculo, asociación empresarial que con frecuencia produce estudios y análisis en defensa de la libre empresa, en un país en el que el peso del gasto público en el PIB supera el 43%, ha cubierto un cierto silencio de la clase empresarial sobre los diez meses de ingobernabilidad que se han producido en España. Ni empresarios ni sindicatos se han prodigado a lo largo de esta larga crisis, lo que en alguna medida refleja el papel y la actitud de la denominada sociedad civil en España.
El más claro ejemplo de ello es el nulo rol que ha jugado en este año el Consejo Empresarial para la Competitividad, creado en 2011 y compuesto por los líderes de las quince mayores compañías españolas, cuya facturación equivale al 35% del PIB, con objeto de aportar propuestas que mejorasen la competitividad, ayudasen a la recuperación económica y fortaleciesen la confianza internacional en España. Al Consejo se incorporó el Instituto de la Empresa Familiar.
Su clamoroso silencio a lo largo de este año de ingobernabilidad hacía presagiar su desaparición con más pena que gloria, lo que refleja el escaso interés de los grandes empresarios por una participación coral en los asuntos generales de la política y la economía española, máxime cuando cualquiera de ellos tiene más peso e influencia a título individual que como grupo de presión.
La marcha de Alierta de Telefónica y el hecho de que en febrero del próximo año concluya su tercer mandato al frente Consejo Empresarial para la Competitividad, hace presumir que pondrá fin a su existencia tras cinco años de una actividad que nació con fuerza y que la ha ido perdiendo con el paso de los años.
Post-it
Miembros del Consejo Empresarial para la Competitividad: César Alierta. Telefónica; José María Álvarez-Pallete, Telefónica; Ana Botín, Banco Santander; Antoni Brufau, Repsol; José Manuel Entrecanales, Acciona; Isidro Fainé, La Caixa; Dimas Gimeno, El Corte Inglés; Francisco González, BBVA; Antonio Huertas, MAPFRE; Pablo Isla, Inditex; José Creuheras, Grupo Planeta; Florentino Pérez, ACS; Rafael del Pino, Ferrovial; Juan Roig. Mercadona e Ignacio Sánchez Galán, Iberdrola.
En representación del Instituto de la Empresa Familiar: Simón Pedro Barceló, Grupo Barceló; Javier Moll, Editorial Prensa Ibérica e Ignacio Osborne, Osborne y Cía.