La tasa de ahorro de las familias españolas está en mínimos históricos, por debajo del 5%; el consumo de los hogares ha crecido el 1,1% en el último trimestre y las operaciones con medios de pago digitales crecen a doble dígito en los últimos tres años, todo ello según los datos del Banco de España. Un análisis del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada señala que, aunque parece evidente que muchos hogares están basando sus planes de gasto en una previsión muy optimista de sus rentas futuras, es necesario considerar el impacto que factores psicológicos asociados al uso de medios de pago digitales o tarjetas está teniendo en el incremento del gasto familiar. La ausencia de “dolor” que se experimenta cuando se utiliza dinero de plástico y que, por el contrario, es muy evidente cuando se utiliza dinero en efectivo, tiene una influencia en los niveles de gasto que crece de forma sostenida en los últimos años, según el análisis del Instituto. Se puede determinar, añade esta institución, que al menos un 15% del nivel de gasto familiar está impulsado por factores psicológicos asociados al uso de tarjetas de crédito y otros medios de pago digitales.
Desde siempre se ha tenido la percepción de que utilizar efectivo frena las compras impulsivas y que el uso de dinero de plástico induce a ellas; que tener que emplear dinero físico del banco es un factor psicológico y objetivo que frena el gasto. Si habitualmente los pagos con dinero de plástico se reservaban para compras de importe considerable, para bienes duraderos, la proliferación de todo tipo de medios de pago digitales, asociados a tarjetas, teléfonos móviles o al e-commerce, con la multiplicación de modelos de uso asociados, como tarjetas de contacto o fórmulas revolving, están eliminando esa barrera de gasto grande (digital) versus gasto pequeño (efectivo) y ha ampliado a casi todas las opciones los efectos psicológicos negativos asociados al pago digital, tales como el sobre endeudamiento familiar, y las previsiones de ahorro, sacrificados en el altar del consumo impulsivo.
La facilidad de pago y la percepción de que cualquier pago es asumible está reduciendo la asignación de valor a lo que se compra y todo parece asequible, sea cual sea el nivel de renta de que se disponga, alerta el análisis del Instituto Coordenadas. Las facilidades de pago que el usuario percibe de algo tan extendido como las tarjetas de crédito con modalidad revolving, en la que cada uno marca la cuota que paga cada mes, pero con intereses medios muy superiores al 25%, no solo están incrementando los niveles de gasto de las familias, sino que conducen a situaciones dramáticas para los usuarios. El Banco de España, recuerda el análisis del Instituto Coordenadas, ya ha alertado sobre esta cuestión y, además de proporcionar un simulador de coste real de estos créditos, se ha visto obligado a recordar algo tan evidente como que si la cuota que se paga solo cubre el importe de los intereses generados, la deuda permanecerá constante.
No llevar dinero en el bolsillo, pero poder adquirir lo que sea con una simple tarjeta de crédito o el omnipresente teléfono móvil, y abordar el pago de esa deuda mediante fórmulas de aplazamiento, puede conllevar desventajas. Vivir parte del mes con los ingresos reales del salario y otra parte vivir a crédito puede solucionar situaciones de necesidad cotidiana; pero la proliferación de este modelo de gasto no hace sino incrementar los peligros asociados y que no siempre se perciben. El análisis del Instituto Coordenadas recomienda que la autoridad financiera, sobre todo el Banco de España, que es quien más de cerca sigue esta situación, mantengan la vigilancia sobre los efectos negativos que en el conjunto del gasto privado tiene el uso de medios de pago digitales. Sin olvidar que en otros países donde residen las empresas de medios de pago no físico los sistemas legales de bancarrota permiten sistemas simplificados rápidos y baratos de segunda oportunidad, pero en el sistema español las deudas de las familias, a diferencia de las de las empresas, son eternas.
Jesús Sánchez Lambás, Vicepresidente Ejecutivo del Instituto Coordenadas asegura que “es muy peligroso perder el efecto “dolor y valor” que supone pagar con lo que llevamos en el bolsillo y creer que todo es accesible en la compra porque todo es asumible en el pago. La reducción de las tasas de ahorro de las familias puede decaer a niveles que afecten al conjunto de la economía”.
SOBRE EL INSTITUTO COORDENADAS DE GOBERNANZA Y ECONOMIA APLICADA
Institución de pensamiento e investigación sobre “las cuestiones de nuestro tiempo” impulsando la interacción entre gobernanza y economía aplicada para progresar en los tres pilares del mundo postmoderno: bienestar social, progreso económico con justicia social y sostenibilidad ambiental; con funciones propias de los “amigos del País” y las Sociedades de Fomento en el XIX . Fiel a sus principios fundacionales de independencia y pluralidad, el Instituto lidera la fusión entre la esencia e innovación de la liberalización económica y social, como mejor modelo de afrontar los retos presentes y futuros de país, de Europa y del mundo en una sociedad globalizada e hiperconectada.
NOTA DE INTERÉS: La información de este comunicado de prensa es un resumen de interés público proveniente de trabajos de análisis e investigación de sus miembros y colaboradores del Instituto Coordenadas para la Gobernanza y la Economía Aplicada. Los papeles de trabajo son de uso interno y de titularidad exclusiva del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada.