mini-OTAN asiática

¿Una mini-OTAN asiática?

GEOPO, nuevos análisis sobre temas de geopolítica internacional, 29 de agosto de 2023

La reciente cumbre trilateral del Indo-Pacífico, la primera de su tipo, entre el presidente estadounidense Joe Biden, el primer ministro japonés Fumio Kishida y el presidente surcoreano Yoon Suk-yeol en Camp David marcó un punto de inflexión en la relación entre los tres países y puede tener un impacto sustancial en las dinámicas de seguridad de la región asiática.

Camp David es un lugar importante de lo que algunos denominan la "diplomacia de residencia" de los Estados Unidos. Fue testigo de la reunión entre los líderes estadounidense y soviético en 1959, la cumbre egipcio-israelí en 1978, las conversaciones palestino-israelíes en 2000 y otros acontecimientos históricos.

Aunque la sombra de Corea del Norte estuvo presente en esta ocasión en los debates, realmente, la cuestión central fue China, mencionada en la conferencia de prensa de los líderes de los tres países hasta 17 veces. Beijing y Pyongyang fueron designados específicamente como “adversarios”.

Biden y los líderes asiáticos denunciaron el comportamiento "peligroso" y "agresivo" de Beijing en el Mar de China Meridional. En una declaración conjunta, los tres países condenaron las "reclamaciones ilegales" en asuntos marítimos, mientras que Beijing reclama soberanía sobre las aguas de los países vecinos y realiza ejercicios aéreos y marítimos en el espacio aéreo de Taiwán casi a diario. "Nos oponemos firmemente a cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo en las aguas de la región del Indo-Pacífico", dijeron los líderes de los tres países en el comunicado final. "El propósito de nuestra cooperación trilateral en materia de seguridad es y seguirá siendo promover y mejorar la paz y la estabilidad en toda la región", concluyeron. La cumbre emitió tres declaraciones relativas al estrecho de Taiwán, el Mar Meridional de China y otras cuestiones, instando a "hacer frente a la amenaza".

Sheila A. Smith, investigadora principal de estudios sobre Asia-Pacífico en el Consejo de Relaciones Exteriores de EE. UU., señaló que el subtexto de las conversaciones de la cumbre sobre innovación tecnológica y flexibilidad de la cadena de suministro mundial gira también en torno a China.

Si el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, al hablar de las relaciones entre Estados Unidos y China, apeló a "la configuración del entorno estratégico circundante de China", la cumbre supone la puesta en práctica de este objetivo. Los documentos denominados 'Espíritu de Camp David', 'Principios de Camp David' y 'Acuerdo de Consulta' adoptados en la reunión también lo reflejan.

Para el profesor visitante de la Universidad Internacional de Japón Oriental, Saionji Ikuo, los Estados Unidos promueve la llamada "alianza del noreste asiático" para encarar los retos de seguridad en la región. Ante las reticencias expresadas por algunos países ante la propuesta de expandir la presencia de la OTAN a esta zona del planeta, la creación de una "pequeña OTAN de Asia-Pacífico" podría funcionar como ariete principal de la “estrategia Indo-Pacífica".

Cuatro razones importantes

Este gesto diplomático es de gran importancia por cuatro razones.

Primero, la estrategia del Indo-Pacífico de Washington ha pasado de la etapa de teorizar a la de priorizar objetivos de defensa. La región del Indo-Pacífico, que se extiende desde Japón y Corea del Sur a través de Filipinas y Taiwán hasta el Océano Índico, ahora se percibe como un teatro militar único que exige operaciones de disuasión y despliegue bien coordinadas.

La cumbre ha esbozado un marco para que los tres países cooperen en materia de seguridad, comercio o salud pública. EE. UU. ha priorizado los roles de guerra de Japón y Corea del Sur como lugares clave para el despliegue militar. Los contornos de este pensamiento se manifestarían en las medidas propuestas, incluido el intercambio regular de inteligencia, la cooperación en la defensa contra misiles balísticos, los ejercicios de guerra trilateral durante varios años y la lucha contra la desinformación y los ataques cibernéticos.

Segundo, el nuevo liderazgo en Japón y Corea del Sur parece haber reparado sus desgastadas relaciones a causa del colonialismo y la guerra. Ambas naciones ahora son proveedores, en lugar de receptores, de seguridad regional. Se trata de un cambio de gran significación pues las reservas mutuas no eran menores. Esto da idea también de la importancia que ambas capitales conceden a los retos de seguridad que suponen Corea del Norte y China.

En tercer lugar, esta nueva coalición tiene como objetivo conciliar la lógica de la planificación de la defensa con la tarea de las operaciones logísticas militares en tiempos de crisis. En tal sentido, destaca la necesidad de alinear las fuerzas estadounidenses, japonesas y surcoreanas con la contención de nuevos riesgos de seguridad. En consecuencia, los tres gobiernos asumen la capacidad de ejecutar operaciones de defensa conjuntas.

En cuarto lugar, China está en alerta máxima, por ese temor a que la nueva alianza se convierta de facto en una OTAN asiática. La forma y el tamaño de este organismo trilateral aún están por conocerse, así como su evolución futura. El trío inicial del Indo-Pacífico podría crecer para admitir a Taiwán, Filipinas y otros actores regionales.

Por lo tanto, las vastas extensiones de la región del Indo-Pacífico serían el centro de un creciente intercambio de tecnologías militares y civiles, recursos de comunicación y oportunidades de colaboración en todos los niveles. Todo ello bajo el liderazgo de EEUU que provee del impulso estratégico para cohesionar las dinámicas y voluntades de los líderes regionales, incluso trascendiendo resquemores del pasado.

SOBRE EL INSTITUTO COORDENADAS DE GOBERNANZA Y ECONOMIA APLICADA

Institución de pensamiento e investigación de la interacción entre gobernanza y economía aplicada para avanzar en constructivo y en decisivo sobre el trinomio: bienestar social, progreso económico y sostenibilidad ambiental; en pleno entorno evolutivo sin precedentes desde finales del Siglo XVIII y principios del XIX con la revolución industrial. Fiel a sus principios fundacionales de independencia, apartidismo y pluralidad, el Instituto lidera proactivamente la fusión entre la esencia y la innovación de la liberalización económica, como mejor modelo de afrontar los retos presentes y futuros de país, de Europa y del mundo.

NOTA DE INTERÉS: La información de este comunicado de prensa es un resumen de interés público proveniente de trabajos de análisis e investigación; de grupos y sesiones de trabajo de expertos y/o producción de artículos científicos del Instituto Coordenadas para la Gobernanza y la Economía Aplicada. Los papeles de trabajo y documentos originales y completos son de uso interno y de titularidad exclusiva del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada.