¿Y si se suben los salarios como propone el banquero Ron?
Análisis, 02 de noviembre de 2015
Cuando el debate preelectoral discurre por los cansinos caminos de siempre, sobre la necesidad de subir el salario mínimo o tirándose los trastos a la cabeza entre los partidos de izquierdas sobre la idoneidad de tal o cual propuesta de creación de una renta básica, el banquero Ron, presidente del Popular, ha entrado en escena al pedir a las empresas que opten por aumentar, con matices, los salarios en línea con la productividad para acelerar la consolidación del crecimiento de la economía.
Tras años de crisis, en donde España ha conseguido mejorar sustancialmente la productividad con la reducción de costes, básicamente laborales, y con un IPC a la baja, el presidente del Popular ha llegado a la conclusión de que es hora de mejorar la productividad mediante trabajos de más calidad y, por lo tanto, mejor retribuidos como fórmula para reforzar el crecimiento, para lo cual habría que apostar más por invertir en I D y fortalecer las aptitudes de los parados de larga duración para intentar reducir el desempleo estructural.
No se conocen reacciones por parte de la patronal ni de los sindicatos a las palabras del banquero, lo cual podría ser un signo característico de una sociedad átona. De igual manera que tampoco se conocen reacciones al hecho de que durante el primer semestre nunca antes las sociedades cotizadas del Ibex 35 habían arrojado, en su conjunto, unos beneficios tan elevados, sumando unas ganancias durante la primera parte del año de 21.626,66 millones de euros, mejorando en 6.178,83 millones -un 40%- los resultados del mismo periodo de 2014.
Aceptando la premisa de que no todas las empresas están en situación de subir los salarios de sus empleados, por múltiples y variadas razones de peso, el hecho cierto es que la propuesta de Ron merece, al menos, un debate en donde se tomen en consideración pros y contras sobre una medida de tanta enjundia y que tendría repercusiones, a corto plazo, no solo sobre los beneficios empresariales sino sobre el aumento de la confianza, la reactivación del consumo, el aumento de la producción, la generación de empleo y, a la postre, el reinicio del ciclo económico que tarde o temprano puede entrar en fase de agotamiento.