Paro: la incertidumbre cotiza
Análisis, 08 de marzo de 2016
Pese a que el número de parados registrados en el Instituto Nacional de Empleo (INEM) aumentó en febrero en 2.230 personas y supone una considerable caída frente a los 57.200 de enero, la cifra anunciada mejora a la registrada en los meses de febrero de 2015 (-13.540) y 2014 (-1.950), así como a la media de los diez años previos a la crisis (-4.083). Como trasfondo de estos últimos datos, emerge una situación política que aporta demasiada incertidumbre y una cierta desaceleración económica que va desde el 3,2% interanual al 3,0%, incluso inferior, consecuencia del deterioro de las condiciones en que se desenvuelve la economía española (tanto en el plano exterior como en el interior) y los malos registros de los indicadores adelantados de actividad que apuntan a una desaceleración del crecimiento en 2016, en línea con lo reiteradamente anunciado. En cualquier caso, el número de desempleados en España suma 4.152.986 personas y tras los últimos datos conocidos, hoy habría 17.167.700 afiliados a la Seguridad Social, 495.500 más que hace un año.
Donde sí existe una cierta divergencia entre los expertos es a la hora de valorar los últimos datos del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, cuyo desempeño es mejor de lo esperado, ya que tras haber ralentizado su crecimiento en los últimos meses, se rompe la senda descendente y se registra un incremento interanual del 1,2%, aumentando, además, de manera más intensa que en el mismo mes del año pasado (3.600 autónomos más en febrero de 2016 frente a 500 en febrero de 2015). Está por ver si el alto número de autónomos es una buena o mala noticia.
La misma divergencia se detecta a la hora de valorar las razones por las que el comportamiento del paro de los países miembros de la Eurozona durante la crisis, ha sido peor que para el conjunto de la UE. Así, la tasa de paro para el área euro se situó en enero de 2015 en el 10,3%, mientras que para el conjunto de los 28 países de la Unión Europea esta ratio se situaba en el 8,9%, lo que permite constatar que mientras en la UE ya se ha alcanzado el índice de paro de principios de 2011, en la zona euro esta tasa sigue siendo más elevada.