La crisis de Grecia, con ser trascendental, no es la única cuestión que ocupa y preocupa a la Unión y aunque el Consejo Europeo de los días 25 y 26 de junio certificara la ruptura traumática con el gobierno de Tsipras y abordara sucintamente el espinoso asunto de la avalancha migratoria hacia Europa, tenía otros dos temas importantes en su agenda que quedan para un próximo encuentro: el Informe de los Cinco Presidentes y la relación del Reino Unido con la UE.
La crisis financiera global y la soberana de la Eurozona destaparon las debilidades en el diseño de la Unión Monetaria. Las autoridades de la región respondieron con mejoras en la gobernanza y avances significativos en la integración de la región: el más significativo de todos, el lanzamiento de la Unión Bancaria, que ya está en marcha con la puesta en funcionamiento de la supervisión y resolución únicas.
Los avances hacia una mayor integración han sido significativos. Ante la necesidad de mejorar el marco institucional de la Unión Económica y Monetaria (UEM), el Consejo Europeo de octubre de 2012 y los líderes europeos, invitaron a los presidentes de la Comisión Europea, El Consejo, el Parlamento Europeo y el Banco Central Europeo (los Cuatro Presidentes) a preparar “los siguientes pasos para mejorar la gobernanza de la Eurozona”. El informe sentó las bases de la Unión Bancaria. Pero muchos otros de los aspectos, posiblemente clave para garantizar un diseño de la UEM adecuado, aún no han sido afrontados.
Así, el siguiente paso acordado es la preparación del Informe de los Cinco Presidentes (Comisión, Consejo, Eurogrupo, Parlamento y BCE) y su presentación en la próxima cumbre de la UE. El documento es continuación del Informe de los Cuatro Presidentes y su objetivo sería establecer el marco general y los próximos pasos hacia la integración en la Unión Económica y Monetaria.
Por filtraciones periodísticas del documento preliminar, se conoce el posible contenido y los principales elementos a desarrollar y que, sobre la base de que el Euro es irrevocable y que “el éxito de la UEM en cualquier parte depende de su éxito en todo”, se pone de manifiesto que avanzar en esa materia se debe basar en cuatro pilares básicos: unión económica; unión fiscal; unión financiera, y la responsabilidad democrática, legitimidad y fortalecimiento institucional.
En lo referente a la unión económica, el informe preliminar plantea que se avance en la integración de la toma de decisiones en aquellas áreas que son esenciales para el correcto funcionamiento de la UEM, por su impacto en los desequilibrios internos y externos y en la competitividad. Por ello, se debería poner el foco en las reformas estructurales relacionadas con los mercados de trabajo, productos y entorno empresarial y mayor coordinación de políticas impositivas. El avance hacia ello, podría hacerse en dos fases. A corto plazo mediante un nuevo empuje en las reformas que ponga en marcha la convergencia y una reestructuración y reenfoque del Semestre Europeo. En una segunda fase, la convergencia en las reformas estructurales se podría formalizar acordando un conjunto común de estándares, que se podrían enmarcar en reglas legales acordadas a nivel europeo.
Sobre la unión fiscal, se considera que unas finanzas públicas nacionales sostenibles y responsables son un pre-requisito para el correcto funcionamiento de la UEM, proponiendo, a corto plazo, el cumplimiento estricto de las reglas fiscales, esfuerzos adicionales para mejorar su implementación y la coordinación del marco de gobernanza existente. De cara a alcanzar una unión fiscal genuina, se plantea que se debería avanzar desde un sistema basado en reglas y guías a otro basado en la cesión de soberanía en un marco de instituciones comunes.
En lo que respecta a la unión financiera, a corto plazo se debería fortalecer la credibilidad del Fondo Único de Resolución, mejorando su financiación y estableciendo un respaldo común, debiéndose avanzar en la armonización y limitando el aún elevado margen de maniobra nacional. Así, se podría mejorar la efectividad de la herramienta para recapitalización de bancos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y complementarse con la Unión de Mercados de Capital. A largo plazo, se debería de lanzar el Fondo de Garantía de Depósitos.
La lista de propuestas inicial pone de manifiesto que hay muchas áreas en las que se puede avanzar para mejora el marco institucional de la Unión. Draghi decía hace unas semanas que las economías de la región aún no han convergido lo suficiente y que un potencial shock en cualquier parte de la Unión levantaría dudas sobre su sostenibilidad. Las reglas se han roto de forma repetida y son necesarias una mayor integración institucional y una mayor cesión de soberanía dentro de instituciones comunes.
No se conoce cuál será la forma y el alcance final del Informe y hay muchas áreas controvertidas en las que ponerse de acuerdo, incluida la relación entre los países de la UEM y los de la UE. Según los Tratados de la Unión, el objetivo final es el mismo para todos los países, pero la realidad es bien diferente, por lo que el informe también podría ayudar a clarificar esta situación.
Pero la crisis griega y la sensibilidad del Reino Unido en relación a los aspectos de la integración de la UEM, la incertidumbre sobre el referéndum y las negociaciones del papel del Reino Unido en la Unión, han complicado las negociaciones de última hora sobre el Informe de los Cinco Presidentes.
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El Consejo Europeo es una de las siete altas Instituciones de la Unión Europea y está integrada por los veintiocho jefes de Estado o de Gobierno de los países miembros, el Presidente de la Comisión Europea, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que es quien preside las reuniones. Sus funciones son de orientación política y de jefatura colectiva simbólica, fijando las grandes directrices y objetivos de la Unión en los ámbitos más relevantes, estando la potestad legislativa expresamente vedada por los Tratados.