Marruecos se encuentra ahora entre los cinco países árabes que han atraído el 88% del volumen total de inversiones en la región MENA (acrónimo del inglés refiriéndose al Medio Oriente y el Norte de África), según un informe de la organización Fanack.
En 2022, la región árabe experimentó un importante incremento de proyectos de inversión extranjera directa, registrando un aumento anual del 74%, alcanzando un total de 1.617 proyectos a finales de año, según datos de la Compañía Árabe de Garantía de Inversiones y Crédito a la Exportación. El valor de estos proyectos alcanzó los 200 mil millones de dólares, lo que supone un notable aumento del 358 % con respecto al año anterior.
Este aumento de la inversión fue impulsado principalmente por cinco naciones árabes, a saber: Egipto, Qatar, Marruecos, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.
Marruecos y los cuatro países atrajeron una inversión total de aproximadamente 176,1 mil millones de dólares estadounidenses durante el año 2022, o casi el 88% del volumen total de inversiones en la región MENA, precisa la misma fuente.
Las cifras citadas en el informe sitúan a Rabat en el tercer lugar en el norte de África y Oriente Medio en términos de volumen de inversión extranjera directa, después de Egipto y Qatar, ya que logró atraer alrededor de 15.300 millones de dólares estadounidenses en 2022. Por otro lado, la participación de todos los demás países árabes no podría exceder el 12% de estas inversiones.
El éxito de las inversiones de Marruecos se basa en una combinación de factores como políticas gubernamentales sólidas, reformas económicas progresivas y esfuerzos sostenidos para crear un entorno empresarial propicio. Teniendo esto en cuenta, Marruecos se afirma cada vez más como un destino atractivo y viable para los inversores internacionales que buscan oportunidades de crecimiento sólidas y sostenibles.
Cabe señalar que desde 2010, Rabat ha impulsado estrategias decididas con el objetivo de transformarse en una nación industrializada y, al mismo tiempo, reducir su dependencia de las importaciones.
Esta visión estratégica ha dado sus frutos. A principios de 2023, Marruecos logró alcanzar el primer lugar del continente africano en términos de contribución en valor añadido al sector manufacturero. Este aumento industrial es el resultado de una serie de medidas integrales implementadas en los últimos años. Estas acciones incluyen la expansión de la inversión en infraestructura industrial, la mejora de los sistemas de gobernanza y administración pública, y la extensión de los incentivos y el apoyo ofrecidos a las empresas manufactureras extranjeras.
A ello se suma otro elemento clave de esta dinámica. Se trata de la diversificación de socios comerciales y mercados objetivo. A lo largo del año pasado, Marruecos ha perseverado en esta ambiciosa trayectoria. Sólo en los primeros cinco meses del año en curso, el país atrajo no menos de 40.000 solicitudes para la creación de nuevas empresas.
En su reciente informe sobre el clima de inversión en el mundo, publicado el pasado mes de julio, el Departamento de Estado de los EEUU describió a Marruecos como un centro regional de negocios.
Rabat, en la confluencia de Europa, África subsahariana y Oriente Medio, "busca transformarse en un centro de negocios regional aprovechando su posición geográfica estratégica, su estabilidad política y su infraestructura de clase mundial para desarrollarse como una base regional de fabricación y exportación para empresas internacionales”, señaló el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Más remesas e ingresos turísticos
Las remesas de los marroquíes residentes en el extranjero (MRE) y los ingresos turísticos, que crecen un 16% y un 170% respectivamente, permiten a Rabat aumentar sus reservas de divisas en un contexto económico difícil.
En un momento en que el déficit de la balanza comercial sigue aumentando, pasando de 199,2 mil millones de dírhams en 2021 a 308,8 mil millones de dírhams (28 mil millones de euros) en 2022, Marruecos puede contar con las transferencias de marroquíes residentes en el extranjero (MRE) y con el regreso del turismo. De hecho, 2022 fue el año de todos los récords, con 110,7 mil millones de DH transferidos por la diáspora marroquí y 93,6 mil millones de DH en ingresos por viajes.
Así, la evolución "desfavorable" de la balanza comercial fue mitigada "gracias a la consolidación de las transferencias de las ERM y al comportamiento excepcional de los ingresos por viajes", subraya el Bank Al Maghrib en su informe anual sobre la estabilidad financiera, publicado en agosto. Un resultado que eleva los activos de reserva oficiales a 337,6 mil millones de dírhams, el equivalente a cinco meses y trece días de importaciones de bienes y servicios.
En detalle, las transferencias de fondos de los marroquíes residentes en el extranjero en 2022 proceden principalmente de Francia, con 35,6 mil millones de dírhams (32,2% de las acciones), España, con 14,8 mil millones de dírhams (13,4%) e Italia con 12,7 mil millones de dírhams (11,5%). Arabia Saudita (8.400 millones de dírhams, 7,6%) y Estados Unidos (6.500 millones de dírhams, 6%) completan el top 5.
Un informe reciente de la Oficina de Cambio de Marruecos, publicado a mediados de agosto, constata un aumento de las transferencias de la diáspora marroquí desde los principales países, en particular Francia (+17,9%), España (+10,9%) e Italia (+ 26,2%). Sin embargo, el mejor desempeño se registró en Canadá con un crecimiento anual del +28% en los últimos cinco años.
Según datos de la Oficina de Cambio, las remesas de los marroquíes en el extranjero crecen en conjunto alrededor del 16%. La tendencia alcista de este beneficio financiero sin fronteras también se confirmó en el primer semestre de 2023, con la transferencia de 55,3 mil millones de DH, un 13,9% más que en el mismo período de 2022.
Desacelerado desde la crisis sanitaria, el sector turístico se recupera con un aumento “excepcional” de los ingresos, estimado en un 170,8%. Limitados a 34,6 mil millones de DH en 2021, los ingresos por viajes alcanzaron los 93,6 mil millones de DH en 2022, superando el nivel anterior a la pandemia (78,7 mil millones de DH en 2019).
Pilar de la economía marroquí, con una contribución del 7% al producto interior bruto (PIB), el turismo está en el centro de una nueva hoja de ruta estratégica de 6,1 mil millones de dírhams en cuatro años. El objetivo es atraer 17,5 millones de turistas al año y generar 120 mil millones de dírhams de ingresos de aquí a 2026.
El dinamismo de las remesas de los marroquíes que viven en el extranjero y los ingresos por turismo pueden ahora aliviar las presiones de las finanzas públicas.
En tiempos de incertidumbre como los actuales, la doble atracción de inversiones y turismo posiciona a Rabat en condiciones idóneas para perseverar en su particular hoja de ruta hacia la modernización integral de su economía.
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