Son muchas las esperanzas que concita la nueva Administración estadounidense que preside Joe Biden. Los cuatro años de mandato de su antecesor, Donald Trump, han estado marcados por la confrontación. Uno de los frentes más destacados fue la guerra tecnológica con un fuerte impacto en la relación de Estados Unidos con China, pero también en la economía global. Este asunto ha sido objeto de un debate en el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada en el que un grupo de especialistas ha analizado el papel de la Administración Biden en la actual encrucijada digital global.

Fabricantes de automóviles de todo el mundo, por ejemplo, están cerrando líneas de producción debido a la escasez de chips causada tanto por la pandemia de la COVID-19 como por las sanciones de Estados Unidos a empresas chinas de semiconductores. Casi todas las marcas de automóviles internacionales, incluidas Ford, Volkswagen, Nissan, Toyota y Chrysler, se han visto obligadas a reducir las líneas de montaje desde el cuarto trimestre de 2020. Con el inventario de chips agotado, la situación está empeorando, según los expertos., la industria automotriz es un importante pilar del crecimiento económico mundial y emplea directamente a más de 10 millones de personas y a decenas de millones más en las industrias auxiliares.

Muchas empresas, también estadounidenses, creen que la Administración del presidente Joe Biden debería revisar y ajustar la política hacia China, ya que el enfoque hasta ahora aplicado está causando un desorden de la cadena de suministro global no solo en el sector automotriz, sino también en una amplia gama de otras industrias como las de las telecomunicaciones y la electrónica.

En 2020, la Administración Trump sancionó a varias empresas chinas de alta tecnología amparada por la llamada "seguridad nacional" y "clean network" ("red limpia"), incluidos los productores de semiconductores Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC) y Huawei. El ex asesor del Fondo Monetario Internacional en el área de comunicaciones Jeremy Mark calificó tales sanciones como miopes.

Pero la situación, señalan los analistas den Instituto Coordenadas, aun podría complicarse más y llegar a un punto de ruptura irreversible en función de cómo se resuelva la actual encrucijada. Bajo la dirección de Jared Cohen, fundador de la incubadora de alta tecnología "Jigsaw" y ex asesor de Condoleezza Rice, y Eric Schmidt, ex director general de Google, un grupo independiente de 15 republicanos y demócratas, investigadores, empresarios, ingenieros y sinólogos, presentó recientemente un informe confidencial al gobierno de Estados Unidos en el que se aboga por una estrategia de mayor resistencia tecnológica a China.

Otros firmantes del informe son Richard Fontaine, director general del "Center for a New American Security CNAS", fundado con Kurt Campbell, ex subsecretario para Asia de la administración Obama, artífice del giro estratégico estadounidense hacia Asia en 2011. Campbell fue nombrado recientemente por Biden para el Consejo de Seguridad Nacional con la misión de coordinar los "Asuntos Indo-Pacíficos", articulados en torno a la idea de una "Alianza Cuadrilateral" entre Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y Australia, cuyo propósito es resistir el aumento de la influencia  estratégica de Beijing en Asia.

Los otros coautores del informe son Elizabeth Economy, sinóloga del Instituto Hoover de Stanford; Alexander Wang, formado en el MIT, que abandonó para crear con Lucy Guo la start-up "Scale AI", una plataforma de servicios informáticos para ayudar a explotar los metadatos de los proyectos relacionados con la Inteligencia Artificial; y Marissa Giustina, ingeniera de Google y doctora en física cuántica.

Hasta ahora, según se puso de manifiesto en el Instituto Coordenadas, en el debate digital global siempre han predominado las voces que alertaban sobre los peligros de una ruptura del flujo de datos científicos, abogando por compartir la investigación sin límites en consonancia con un espíritu de apertura que se resistía a los imperativos de otra naturaleza que no fuera la promoción del conocimiento. Eso podría estar cambiando.

En contra de la corriente de cooperación que hasta ahora ha existido en el sector, los autores del informe sostienen que el dominio tecnológico, factor clave para la seguridad, la prosperidad y la garantía del modo de vida democrático, se ve ahora amenazado por la aparición de China como potencia que está a punto de superar a Estados Unidos en áreas sensibles.

La idea principal del documento es que el "desacoplamiento", del que muchos científicos desconfiaban, se ha convertido ahora en una "solución deseable", en la medida en que la alternativa sería la victoria de China, "país no democrático" en el que se confunden el estatus público y el privado.

El informe afirma esencialmente que China practica un juego con cartas marcadas, lo cual supone una violación sistemática de la propiedad intelectual, fomenta la piratería industrial y en virtud de la porosidad de las transferencias tecnológicas, proporciona al gobierno la capacidad de extremar la vigilancia de la población limitando su libertad. En consecuencia, ha dado lugar a una situación que hace imprescindible la disociación.

Abogan, por tanto, por efectuar una evaluación más ajustada del riesgo que China supone así como de la libre circulación de la información necesaria para la innovación, postulando soluciones que puedan proteger la prevalencia general de Estados Unidos, aun al precio de sacrificar la idea de que los investigadores del mundo deben seguir siendo una comunidad conectada.

La propuesta incluye la repatriación de parte de las cadenas de producción con alto valor tecnológico añadido, una política de inmigración que favorezca la acogida y asimilación de investigadores extranjeros de alto nivel, incluidos los chinos, un mejor control estatal de las tecnologías sensibles y la consolidación de una alianza de países democráticos en torno a una zona de confianza que garantice la circulación segura de datos sensibles.

Los operadores estadounidenses de la alta tecnología, deseosos de frenar la fragmentación del mundo de la alta tecnología, habían desaconsejado esta vía, lo cual les ha valido en no pocas ocasiones la cualificación de “aliados objetivos de China”. Habrá que comprobar si la administración Biden respalda o no este punto de vista. Y también la Unión Europea.

SOBRE EL INSTITUTO COORDENADAS DE GOBERNANZA Y ECONOMIA APLICADA

Institución de pensamiento e investigación de la interacción entre gobernanza y economía aplicada para avanzar en constructivo y en decisivo sobre el trinomio: bienestar social, progreso económico y sostenibilidad ambiental; en pleno entorno evolutivo sin precedentes desde finales del Siglo XVIII y principios del XIX con la revolución industrial. Fiel a sus principios fundacionales de independencia, apartidismo y pluralidad, el Instituto lidera proactivamente la fusión entre la esencia y la innovación de la liberalización económica, como mejor modelo de afrontar los retos presentes y futuros de país, de Europa y del mundo.

NOTA DE INTERÉS: La información de este comunicado de prensa es un resumen de interés público proveniente de trabajos de análisis e investigación; de grupos y sesiones de trabajo de expertos y/o producción de artículos científicos del Instituto Coordenadas para la Gobernanza y la Economía Aplicada. Los papeles de trabajo y documentos originales y completos son de uso interno y de titularidad exclusiva del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada.